sábado, 29 de agosto de 2009
Economía y Negocios
Claudia Ramírez Friderichsen
Pese a que estos factores contienen el alza, los desistimientos tienden a estabilizarse y el peak de ventas se alcanzaría en octubre. Así lo reflejan las cifras de Macropanel para julio.
El agotamiento de subsidios de viviendas de hasta 2.000 UF y el desgaste de las promociones inmobiliarias marcaron el ritmo de las ventas inmobiliarias durante junio y julio en la Región Metropolitana. Un ritmo que pese a ser todavía cansino no cesa en su crecimiento, dicen en la industria.
Las ventas brutas -ventas efectivas menos los desistimientos de compra- llegaron a 2.669 unidades en julio, según cifras de Macropanel. Este resultado es superior al de junio (2.617 unidades), pero inferior a los meses peak de abril (2.853) y mayo (2.716).
Julio Israel, gerente general de Macropanel, explica que "durante abril y mayo se sumaron los efectos de la compra con subsidio y las promociones, pero en mayo y junio ambos efectos bajaron su intensidad".
Un ejemplo del efecto "post subsidio" es que en julio las ventas brutas de casas son mayores medidas en UF que en unidades. "Esto quiere decir que se están vendiendo más casas caras y menos baratas proporcionalmente y eso es por efecto del agotamiento de subsidios", explica Alberto Hardessen, académico y director de la Escuela de Construcción Civil de la Universidad Mayor.
Otro factor que tiende a frenar el crecimiento es que el stock está envejeciendo, asegura Israel. "Como resultado vemos proyectos con pocas unidades y que empiezan a competir con las viviendas usadas", plantea Israel.
Estabilidad
Pese a que todavía no se llega a los peaks de comienzos de año, el mercado tiende a estabilizarse, asegura Hardessen. Prueba de ello es la caída de los desistimientos, es decir, la cantidad de compradores que luego de firmada su promesa de compraventa se arrepiente, dice el académico. De hecho, los desistimientos entre mayo y julio se estabilizaron bajo las 600 unidades, esto es, lejos de los niveles de marzo y abril, que superaban ampliamente los 1.000 desistimientos.
Para la segunda mitad del año, específicamente en octubre, se prevé alcanzar las mayores ventas del año, dice Hardessen. A la vez, en diciembre habrá una caída de las ventas marcada por las elecciones presidenciales. "En Chile tradicionalmente han influido las elecciones en las decisiones de inversión y la compra de una casa es una decisión de inversión, por eso tendremos una caída más abrupta que la meramente estacional", explica el académico. En este escenario es probable que en 2010 repitan las campañas inmobiliarias con la intensidad de las de comienzos de 2009, agrega.
fuente:emol.cl